Investigación multidisciplinar en tecnologías neuromórficas disruptivas.

En los últimos años, las principales cadenas productivas de Euskadi han visto comprometida su capacidad de producción debido a la escasez de componentes y sistemas microelectrónicos. Esta situación ha generado una demanda creciente de estrategias y acciones conjuntas que permitan fortalecer la soberanía digital, al mismo tiempo que impulsen la innovación y la competitividad de la región.

La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en un elemento central de la digitalización, ya que permite dotar de significado a los datos recogidos por los sensores. Entre sus vertientes, los algoritmos de computer vision son los más maduros y fundamentales para el desarrollo de soluciones en conducción autónoma, robótica, salud y otros sectores. La tendencia actual es ejecutar la IA directamente en los dispositivos edge, cercanos a los sensores, lo que permite reducir tanto el consumo energético como la latencia. Gartner ha identificado la Edge Computer Vision como una de las tecnologías emergentes con mayor potencial de impacto transversal y crecimiento en un futuro cercano, seguida por la Edge AI.

Sin embargo, los dispositivos edge que ejecutan algoritmos de IA y computer vision basados en arquitecturas tradicionales (CPU/GPU) presentan limitaciones importantes. Por ello, este proyecto se centra en las arquitecturas neuromórficas emergentes, que se inspiran en estructuras biológicas y mecanismos cognitivos —como el sistema visual ojo-cerebro— para lograr mejoras significativas en eficiencia energética y latencia.

Aunque el objetivo de la tecnología neuromórfica no es replicar la biología, su plausibilidad biológica ofrece ventajas para la investigación en neurociencia y aporta un enfoque innovador que puede transformar la forma en que se implementa la IA en entornos industriales, mejorando su rendimiento, sostenibilidad y capacidad de respuesta en tiempo real.